Por Mariana Casanova
A propósito de un curso de marketing digital que realicé hace alrededor de un año, es que tengo en la memoria una de las clases donde la profesora mencionó categóricamente lo siguiente: “nos hemos dedicado a estudiar a los millenials y a buscar estrategias para llegar a ellos, pero hemos olvidado a la generación futura, esa que no se despega del teléfono desde sus primeros años, de ellos no sabemos absolutamente nada”.
Mi reflexión es sobre dicha generación futura, aquella que conocemos como “centennials” y a su vez, dar una breve mirada a cuan preparados nos encontramos los profesionales de las comunicaciones y sus respectivas áreas de marketing digital para enfrentar este inminente desafío. Nativos digitales de entre 0 y 18 años, los centennials no conciben la vida fuera de sus dispositivos móviles, son prácticos a la hora de comprar, buscan privacidad incluso entre sus pares y su red social favorita es Snapchat, con contenido que no dura más de 24 horas. Este resumen, nos invita a olvidarnos de invadir sus espacios con un marketing invasivo o de intentar llegar a ellos sin una estrategia con contenido de valor, preferentemente audiovisual, que les permita por sobre todo interactuar rápido, haciendo preguntas que sean respondidas y donde su experiencia como cliente sea acompañada de una atención personalizada.
De lo anterior, es que tengo dos reflexiones respecto a los hábitos que caracterizan a los centennials, la primera es la importancia de sentir que sus necesidades son comprendidas y acogidas por quienes representan sus intereses comerciales, y en segundo lugar, la búsqueda de un compromiso social al relacionarse con ellas, ambas características ponen a prueba la capacidad de las marcas de empatizar con ellos. Hoy en día, existen algunas empresas que reflejan parte de esto en sus acciones como sistema motivacional para sus clientes, pero no podemos dudar que en un corto o mediano plazo será una necesidad imperante de nuestro cliente sentir que independiente de lo que consuma, de alguna u otra forma aporta a través de una determinada marca o empresa y que sus acciones hacen la diferencia en nuestra sociedad.
Dicho de otro modo, si como comunicadores nos marginamos de la acción social y no empatizamos a través de la estrategia digital, difícilmente este grupo de consumidores se motivará a participar, y es por eso que vale la pena revisar cuan vinculados estamos con las expectativas de las personas que conforman nuestro público objetivo, de no ser así, es conveniente intervenir desde ya las estrategias utilizadas con el fin de construir un puente en base a la empatía entre el marketing y los consumidores del futuro.