Por Gustavo Fischer

“Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias”.

Jorge L. Borges, La casa de Asterión (1947)

Quien habla es Asterión, el minotauro, monstruo mitológico con cuerpo de hombre y cabeza de toro, encerrado en el laberinto de Creta. Florentino Pérez nuestro Asterión, presidente del Real Madrid Club de Fútbol, con su soberbia, locura y misantropía disparó una crisis en la selección de fútbol de su país a dos días del comienzo del Campeonato Mundial. El día 12 de Junio, el Real Madrid, en comunicado oficial a través de sus redes: @realmadrid, RealMadridFc y realmadrid anunció la contratación de un nuevo Director Técnico para su plantilla de primera división. Se trataba de Julen Lopetegui, quien, hasta ese momento, se desempeñaba como DT de la selección nacional de España.

El  anuncio desencadenó un sinnúmero de reacciones, tanto en redes como en prensa. En Twitter, el posteo tuvo 27.200 Retweets y 40.000 Me Gusta, cuando la mayoría de las comunicaciones desde esta dirección consigue un porcentaje mínimo de respuestas. Lopetegui, en medios y redes, fue acusado de desleal, infiel, pesetero y traidor a la patria, entre otras gruesas imputaciones. Luis Rubiales, presidente de la Real Federación de Fútbol de España, ante la crisis desatada, convocó a conferencia de prensa para el día inmediato posterior que fue  transmitida en vivo a través de las redes de la Selección Española de Fútbol (@SeFutbol, SeFutbol y SefutbolTV).

Allí el presidente anunció el despido del DT, al mismo tiempo que responsabilizó al club y al representante del técnico por los hechos, y agregó: “nadie está por encima de las reglas”, en clara referencia a los acuerdos existentes y tomando como aval el contrato legal entre Lopetegui y la Federación con vigencia hasta el año 2022. La crisis de Krasnodar: así fueron las peores 19 horas en la historia de la selección, tituló el diario Marca; “El Madrid y su histórica manera de arrasar. Con su poderío y su soberbia”, publica El País de Madrid.

“Escándalo mundial”, “Batacazo”, “crisis mundialista”,  “España se queda grogui”, “El mayor esperpento en la historia del fútbol español”, afirmaban los medios del mundo, a la vera del comienzo de la copa mundial. Tras 19 horas, para dar fin a la crisis, Rubiales anunció, por los mismos canales, el nombre del nuevo entrenador y, a través de los hashtags  #hagamosqueocurra y #Rusia2018, los jugadores y la Federación postearon mensajes  asegurando la unión entre ellos en pos de un objetivo común y su apoyo incondicional al nuevo técnico.

Entre tanto, desde su laberíntico Madrid, Asterión espera por una nueva oportunidad para dar rienda suelta a sus locuras, mientras la selección española continúa su camino mundialista con la reputación intacta.