Por Felipe Sandoval Olguín
Confieso que soy un fanático de Youtube y de la cantidad de contenido que podemos disfrutar, comentar y compartir. También, me sorprende la cantidad de Youtuber existentes, a veces pienso que debe ser fácil ser uno de ellos, otras veces veo que cometen errores en sus publicaciones y son cuestionados, casi bombardeados por usuarios que no están de acuerdo con los contenidos que suben en sus respectivos canales, entonces creo que no es tan fácil como pareciera. Sino pregúntenle a la actriz y Youtuber canadiense Nicole Arbour (pregúntenle en serio).
Luego de que el pasado 05 de mayo, el rapero estadounidense Donald McKinley Glover conocido también como Childish Gambino subió a su canal en Youtube el videoclip de “This is America” el cual hasta hoy cuenta con más de 160 millones de visualizaciones y más de 4 millones de “me gusta”, la canción ha generado revuelo no solamente por su letra sino que por las imágenes explicitas que allí se muestran. A la semana siguiente, la Youtuber Nicole Arbour tuvo la ¿genial? idea de subir a su canal de Youtube una parodia feminista del controversial vídeo apodado This Is America: Women’s Edit, en el cual pretende sacar a relucir las experiencias de las mujeres, como la vergüenza de las madres que amamantan a sus hijos, acoso en el trabajo o las presiones para formar una familia.
Reconozco que no espero mucho de los Youtuber, casi espero con ansias que se equivoquen. Sin embargo, lo de Nicole Arbour es por lo menos criticable, mientras el video de Gambino genera controversia y comentarios positivos por los temas expuestos en su videoclip, el contraste lo que genera Arbour, quién obtuvo cientos de críticas y comentarios negativos en distintas redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram, los usuarios critican principalmente que se aprovechó del vídeo para ridiculizar un tema demasiado sensible en EE.UU, el racismo y la realidad que viven los ciudadanos de origen africano en dicho país. Es más, las críticas llegaron a tal punto, que Nicole tuvo que escribir una declaración pública refiriéndose a su vídeo, la cual compartió en su Twitter y además tuvo que desactivar los comentarios en Youtube.
Si bien es cierto, los contenidos que generan una fuerte respuesta emocional son dos veces más propensos a ser compartidos, se debe tener cuidado con las equivocaciones que terminen potenciando las emociones negativas, un error puede constarnos muy caro. Es posible que creemos el efecto contrario, en vez de obtener viralización de nuestro contenido, obtengamos usuarios que hagan eco de manera negativa y tengamos que salir a dar explicaciones y a pedir disculpas públicas a todos los afectados.